PROYECTO LA MADRIGUERA

Una Madre de Día es una persona que recibe a los hijos de otras familias en su hogar para encargarse del cuidado de estos, al mismo tiempo que, si se da el caso, pueden cuidar de los suyos propios. La ratio con la que trabaja, es decir, el número de niños que tiene a su cargo a la vez, es de cuatro niños, a los que se les ofrece un entorno hogareño y un cuidado individualizado, por parte de una profesional. La Madre de Día debe de tener una formación académica específica y cuenta con una serie de requisitos legales (regular su situación laboral) y seguros que debe de cumplir. 

Esta práctica de las Madres de Día es muy habitual en la mayoría de los países europeos donde incluso, no es sólo reconocida legislativamente sino que es apoyada desde las instituciones gubernamentales. En España, aún nos queda un largo camino por recorrer ya que nos encontramos en una situación alegal que no ilegal, pero cada día van surgiendo nuevos proyectos y muchos padres se plantean la figura de la Madre de Día como otra opción educativa para el cuidado y educación de sus hijos menores de 3 años. 

MI PROYECTO

Mi proyecto de Madre de Día La Madriguera acoge a niños de 0 a 3 años en un grupo muy reducido, cuatro niños. Puedes consultar los servicios y horarios en el epígrafe correspondiente. 

La casa se encuentra en pleno centro de Teruel, en la C/ Santa Cristina, 4. Se trata de un piso de 130 metros cuadrados, ubicado en la primera planta del edificio. Entre otros, cuenta con dos cuartos de baño, un salón y una sala multiusos específica para los niños, donde pueden jugar, descansar, moverse, crear, un espacio con luz y ventilación natural. La estancia, al ser muy luminosa, hace el espacio más acogedor y cálido.

Muy cerca de la casa, encontramos un centro de salud, varias farmacias, zona comercial y un parque infantil para los niños, la Glorieta. La calle donde se ubica el edificio es peatonal, donde sólo dejan paso a los autobuses y coches de residentes, por lo que es muy tranquila en cuanto al tráfico. 

En cuanto a la metodología empleada no me rijo por una específica a la hora de trabajar con los niños y su educación. Pienso que uno debe actuar siempre desde el respeto y siendo consciente de lo que hace y como lo hace, ser coherente y cuestionarse a veces dogmas establecidos en la sociedad, que no nos dejan avanzar. He absorbido información de varias corrientes de educación alternativa (Waldorf, Emily Pikler, Rebeca Wild, Pedagogía Blanca,...) y he escogido lo que más coherente y más se acerca a mí manera de pensar y actuar, y es con lo que cuento a la hora de trabajar, aunque es el día a día y afrontar diferentes situaciones lo que te hace aprender y crecer, ya no sólo profesionalmente sino también personalmente. 

Quiero que en mi casa se respire un ambiente holgado y sencillo, donde los niños no tengan demasiadas cosas, ya que creo que la materia fundamental son los propios niños y su universo de fantasías, ya que los juguetes más sofisticados no la estimulan. Los objetos primarios y procedentes de la naturaleza, como telas, frutas, corchos, maderas,... permiten alcanzar un desarrollo del sentido del tacto mejor diferenciado. 

Soy partidaria del movimiento, la expresión libre y espontánea del niño, marcados siempre por unos límites claros y no abusivos, donde el niño pueda potenciar el juego libre y su imaginación, sin actos prefijados. Se respetarán sus ritmos y se atenderán sus necesidades, recibiendo una atención individualizada, de mayor calidad humana. 

La voz y la palabra convertidas en historias y canciones. Las manos, los pies, el cuerpo entero como puente de conexión hacia el conocimiento, la creación, la experimentación.

Las salidas al exterior, como parte del aprendizaje de la vida, conocer el mundo que nos rodea, familiarizarnos con él. Se trata de algo esencial en el día a día de los niños, salir al exterior para observar, aprender como se mueve el mundo, escuchar sonidos, ver rostros diferentes, interactuar con los otros,... y por supuesto JUGAR... poder ir al parque, descubrir olores, plantas, animales, ... a los espacios de columpios y toboganes, para experimentar, correr, saltar, caer, y estar con iguales, observarlos, relacionarse,...

Pienso que sólo iniciativas como estas pueden trabajar y llevar a cabo estos ideales, ayudando a formar personas libres y plenas, seguras, que sepan lo que quieren, sin dependencias absurdas, prejuicios,...

La Madriguera Madre de Día. Educadora en el hogar.