SOBRE MÍ

Mi nombre es María José, soy de Teruel y soy Madre de día. En 2003 me licencié en Humanidades en la Facultad de Teruel y realicé un postgrado en Gestión y dinamización de Parques Culturales. Después de trabajar en diferentes centros culturales y museos locales me di cuenta de porque no transmitir esa cultura y conocimientos a los más pequeños. Por algún motivo el mundo de la infancia, sobre todo la etapa de 0-3 años me llamaba poderosamente la atención. Una etapa esencial en la vida de una persona, donde yo podía transformar parte de mis conocimientos y acompañar a niños de 0-3 años.  Y decidí sacarme el título de Técnico Superior en Educación Infantil, ya que este se centra más en esa etapa.

El interés y las expectativas que tenía hacia mi formación como educadora infantil fueron creciendo, y entre otros estudios decidí sacarme el postgrado universitario en Psicomotricidad, por la Universidad de Zaragoza. Allí conocí a varios profesionales de la educación que cambiaron mi forma de entender y compreder el mundo de la infancia, que han hecho posible que este hoy aquí y de esta manera, es decir, trabajando por un tipo de crianza consciente, con respeto y sin prisas.

Todo ello me llevó también a la necesidad de formarme como Educadora de Masaje Infantil, ya que el contacto y las emociones están tan relacionadas, que no podía obviarlo dentro de mi formación. Al igual que la importancia de los cuentos y las canciones en la infancia, donde me acerqué al maravilloso mundo de los cuentacuentos.

Complementando toda esta formación, sentí la necesidad de seguir investigando en la psicología y pedagogía infantil, en métodos alternativos de educación y de acompañamiento de los niños. Leer autores como Rebeca Wild, Emily Pikler, María Montessori, Eulalia Torras de Bea, Gianni Rodari, Francesco Tonucci o Mariana Caplan, entre otros, me ayudó a acercarme al universo de las madres de día. Por ello, he querido crear mi propio proyecto de madre de día en mi casa, en Teruel: LA MADRIGUERA.

¿Por qué LA MADRIGUERA?

Algo especial vi en esa palabra cuando una amiga la lanzó al aire como posible nombre de mi proyecto. Cuando investigué su origen vi que venía del latín "matricaria", y esta del clásico "matrix", útero, a su vez de "mater", madre. Todo encajó. Además, la imagen mental que tenía de la palabra madriguera era de un espacio pequeño, acogedor, seguro y cálido, donde la madre se acurrucaba con sus crías para cuidarlas y alimentarlas. Esto es lo que quiero transmitir en mi casa, un espacio creado  y preparado para que los niños se sientan seguros, cómodos, siempre a través de un acompañamiento amoroso y respetuoso, estableciendo unos límites claros y un espacio para favorecer su autonomía.

Actualmente sigo en constante formación y formo parte de la Asociación CEN (Crece en Movimiento) que creamos al finalizar el postgrado en Psicomotricidad un grupo de personas con ideas e intereses comunes relacionadas con este ámbito, y de la Asociación Aragonesa de Madres de Día, en la que no dejamos de luchar para que se normalice y regularicé esta profesión tan digna y respetable como otras, y de la que cada día hay más adeptos. Por algo será. 




La Madriguera Madre de Día. Educadora en el hogar.

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